Rapto de un neonato

por Jörn Selling

Text: Joern Selling, Fotos: Sebastian Kanzler

El 07.05 a las 16:15, después de haber observado un grupo de 5 calderones comunes cerca del barco con viento de levante fuerza 5, de los cuales dos cachorros volvían una y otra vez para bucear al lado nuestro, divisamos a un grupo de delfines mulares a 200 metros de distancia que nadaba en nuestra dirección. Entre ellos también nadaban algunos calderones.

De repente aparecieron dos delfines mulares en la proa y entre ellos llevaban un bebé. Sin embargo era un neonato de calderón que todavía tenia las franjas de nacimiento en la piel y suponemos que tenía una edad de unos pocos días.

Nunca habíamos visto un bebe tan rápido, aparentemente los delfines mulares lo llevaban sobre las aletas pectorales y por la succión que se formaba entre los dos delfines podían nadar arrastrando al pequeñito. Dos hembras de calderón común inmediatamente se pusieron a perseguirlos, el rapto acababa de empezar. Nuestro barco estaba parado, las hélices no giraban y todo el espectáculo se desarrollaba alrededor nuestro.

Raptores con el bebe de calderón común Salto de delfín mular durante el rapto

Los delfines mulares hubieran podido escapar sin problemas porque nadan más rápido que los calderones, pero permanecieron nadando en círculos. Un tercer delfín mular se unió al dúo raptor y mientras tanto se juntaron cada vez más calderones para rescatar a su bebe. Después de dos minutos de persecución, los calderones consiguieron finalizar el rapto, viniendo de dos direcciones y cortándoles el paso a los delfines mulares. Enseguida formaron un circulo alrededor del neonato y dejaron que el bebe se relajara durante un largo rato. Desde el barco se escuchaba como silbaban y se comunicaban alterados.

Estuvimos flotando durante unos minutos en las olas hasta que el grupo de calderones se alejo y empezamos a regresar lentamente hacia Tarifa. De camino nos encontramos muchísimos calderones y delfines mulares surfeando las olas del hilero de vaciante.

Todos nos preguntábamos porque los delfines mulares se habían comportado así. Los delfines mulares se entienden muy bien con los calderones y yo pienso que simplemente era un juego. También puede ser que fueron dos hembras de delfín mular tan encantadas con el dulce bebe, que lo tomaron “prestado” por un ratito...

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