Familias

Texto: Marleen Caris, fotos: Albert Rietjens

Hoy es un día precioso en Tarifa. Toda la semana pasada en realidad, con mucho sol y aguas calmas. Mientras zarpamos, me quedo reflexionando contenta sobre la última semana como voluntario de firmm. Hemos visto muchos delfines listados. Algunas veces incluso grupos grandes y extendidos, de cientos de animales con muchos jóvenes; a veces con pequeños grupos de delfines comunes mezclados. Y familias de delfines mulares, también con crías, a veces saltando fuera del agua e imitando a los adultos. Es precioso de ver. Nuestros huéspedes - y yo - estamos muy conmovidos por toda esa vida joven. Esos mamíferos marinos realmente tocan nuestras emociones.

A pesar de todos estos hermosos avistamientos, en secreto echo de menos a mis favoritos, que prácticamente no he visto desde que comencé mi actividad voluntaria.... un poco preocupada también. ¿Adónde se han ido todos los calderones? ¿Se supone que el Estrecho de Gibraltar es su hogar? Durante toda la semana en la mar no he visto ningún calderón común, a pesar de los esfuerzos de Katharina. Sólo 11 calderones se han mostrado en todos los viajes y a menudo eran los mismos individuos: Fernando con su mancha blanca, Dientes, también Gorro, y Lola con su aleta dorsal lesionada. Como siempre estaban nadando uno al lado del otro, casi tocándose, como corresponde a una familia. ¿Dónde están esta semana? Tantos buques de carga están cruzando el Estrecho en este momento...

Desde hace bastante tiempo ya venimos navegando, viendo muchos peces luna saltando, pero todavía no hay delfines.... Otra vez he perdido la esperanza de ver calderones en este viaje. En repetidas ocasiones tenemos que ir un más despacio porque un barco grande tiene derecho de paso. De repente, firmm Vision cambia de dirección y empieza a acelerar. Y finalmente Katharina habla las palabras que yo anhelaba: "Calderones a la una en punto, todavía lejos"! Inmediatamente mi corazón comienza a latir más rápido. Finalmente, también vemos claramente más y más grandes aletas dorsales negras, una gran familia de calderones, nadando muy tranquilamente en las hermosas y tranquilas aguas. Toda la tripulación está emocionada y muy contenta de verlos de nuevo. Y con cachorros también, ¡qué regalo!

Totalmente tranquilos, los calderones se acercan en el agua clara y se muestran nadando cerca del barco, al mismo tiempo que sienten curiosidad. Especialmente los cachorros, que intentan sacar sus cabezas como espías y realmente están mirando al barco y a nosotros, los humanos, acercándose mucho.

Entonces, de repente, la familia decide bucear bajo el barco. Nos apresuramos a bajar las escaleras y nos sentimos recompensad@s con una vista extraordinaria a través de las ventanas submarinas del firmm Vision. Muy lentamente, muy juntos, casi tocándose, nadan bajo el barco unos pocos machos grandes, las hembras más pequeñas y las crías. Es magnífico, escultural e impresionante. Cuento 18 individuos, una familia realmente grande. Cuando los huéspedes se callan, oímos claramente los clicks y silbidos. Algunos calderones me miran directamente.... contacto verdadero, con ojos muy inteligentes.... Se me pone la piel de gallina.

Cuando finalmente salen a la superficie de nuevo, se desarrolla un espectáculo sorprendente. No para nosotros, los calderones están ahora ocupados sólo con ellos mismos. Un espectáculo muy especial, porque casi siempre nadan tranquilamente y flotan alrededor, descansando. Ahora sin embargo nadan vigorosamente, de lado y de espaldas también, aletas pectorales por encima del agua, salpicando con sus aletas traseras, buceando, salpicando.... y luego... ¡apareándose! Willy, un macho grande, con una hembra joven y el firmm Visión como centro flotante. Qué evento tan excepcional y raro para presenciar de cerca, ¡realmente asombroso!

Con pocas ganas tenemos que dejar esta familia especial de calderones. Lentamente navegamos de vuelta a Tarifa e inesperadamente vemos una familia de calderones tras otra. Tantos calderones en este viaje... después de tanto tiempo de casi no ver ninguno de ellos. La naturaleza vuelve a ser totalmente impredecible y me doy cuenta de que los humanos no somos más que espectadores. Navegando hacia el puerto estoy completamente satisfecha sabiendo que, con todos los cachorros nuevos, la próxima generación de todas estas familias ya está en camino: se ha vuelto a cerrar el círculo...