Cachalote atrapado en red de pesca

por firmm Team

Aleta con cuerda larga
Aleta con cuerda larga

Texto: Katharina y Brigitte, Fotos: Beltrán Rodríguez y Rafael Fernández Caballero/Asociación Nereide

Durante la salida de tres horas del 10 de julio a las 16:00 horas tuvimos que hacer un descubrimiento triste y aterrador: un Cachalote se había quedado atrapado en una enorme red de pesca.

Nos había llegado la información sobre el animal enredado y por lo tanto empezamos a buscarlo a pesar de que el Levante (viento del este) estaba aumentando.

El viento soplaba ya con fuerza 3-4 (la fuerza 4 corresponde a unos 20-28 km/h). Después de una larga búsqueda, finalmente pudimos verlo por un momento en el lado derecho de nuestro barco. Casi parecía como si quisiera pedirnos ayuda. Antes de eso ya había aparecido cerca de otro barco.

La imagen fue desgarradora, especialmente cuando nos dimos cuenta de que no podíamos ayudar al pobre animal. Estaba claro que se necesitarían buzos para liberar a la ballena de la red.

La red se había enrollado fuertemente alrededor de su cabeza y además arrastraba una larga cuerda con su aleta caudal. Su libertad de movimiento estaba severamente restringida y alimentarse debía ser difícil para él, o imposible. Los buzos no habrían podido llegar hasta él con tanto viento y además había una fuerte corriente que lo arrastró rápidamente alejándolo de nuestro barco. Poco después lo perdimos de vista por completo. Muy a nuestro pesar no tuvimos otra opción en este momento que dejarlo a su suerte.

Mientras tanto, un equipo de buzos especializados del Ministerio de Transición Ecológica y el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (CEGMA) del Estrecho ya se ha preparado para liberar al Cachalote. Sin embargo, hay que esperar a que las condiciones climáticas mejoren. El pronóstico del tiempo no es muy prometedor.

Lamentablemente, no se trata en absoluto de un incidente aislado. Las redes de pesca a menudo se convierten en una trampa para ballenas, delfines, pero también para otros animales como tortugas y tiburones.

En todo el mundo, millones de viejas redes de pesca van a la deriva por el océano, perdidas o deliberadamente "desechadas" en el mar. Según los últimos estudios, estas llamadas redes fantasmas constituyen entre el 30 y el 50 por ciento del plástico marino. Estas redes luego flotan en el agua como paredes gigantes y continúan matando sin control durante años. Hay proyectos y organizaciones que se ocupan de este problema y tratan de recuperar las redes fantasmas. Pero no es una tarea fácil por el tamaño y el peso de estas redes.

Hasta ahora, en todo el mundo se han encontrado animales de 344 especies diferentes atrapados en los residuos plásticos. Principalmente son aves (35 por ciento), peces (27 por ciento), invertebrados (20 por ciento), mamíferos marinos (13 por ciento) y tortugas marinas los que caen víctimas de las trampas de plástico. El plástico causa lesiones y deformaciones (sobre todo en los juveniles en crecimiento) y puede inmovilizar a los animales marinos de forma que no puedan huir, nadar o comer. Esto casi siempre termina con la muerte de los animales: mueren de hambre, se ahogan o se convierten en presa fácil para otros. (Fuente WWF 2018 – Una trampa de plástico – Liberando de plástico el Mediterráneo)

En consecuencia, el mayor objetivo para tod@s nosotr@s debe ser evitar que estos residuos plásticos lleguen al mar. Así se podrá evitar que muchos animales sufran el mismo destino que nuestro pobre Cachalote.

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