Una isla de Calderones

Texto: Christine según las notas de Katharina; fotos: firmm

Cuando zarpamos el 1 de junio, no podíamos ni imaginar lo que nos iba a esperar ese día. Durante las semanas anteriores ya habíamos tenido muchos buenos avistamientos, pero este día superó todas las expectativas.
Tras una corta búsqueda se nos acercó, algo más al norte de lo normal, un enorme grupo de Calderones Comunes.

Contamos varios cientos de animales, principalmente hembras con sus crías. Entre ellos descubrimos también a un recién nacido que solo podía tener unos días de edad, porque todavía se notaban claramente las estrías cutáneas fetales.

Como se acercaron mucho a nuestro barco, los pudimos observar detenidamente desde todos los ángulos. No tenían ninguna prisa y nos rodeaban durante un largo rato. Pudimos observarlos haciendo „„rolling “, „spyhopping“, jugando y nadando de espaldas.

No reconocimos a ninguno de los animales, así que suponemos que se trataba de un grupo de Calderones Comunes de otra área. Aquel día había más adentro del Mediterráneo mucho viento y olas muy grandes, por lo que es posible que habían venido con tantas crías para refugiarse aquí al oeste, para luego regresar a su zona habitual.

Más tardes se acercaron algunos delfines para inspeccionar desde cerca aquella inmensa reunión de Calderones.