Sugerencias y recomendaciones – una visitante pregunta

por firmm Team

Hola, mi nombre es Daniela. Su organización ha despertado mi interes por la película “Last Giants”. Me gustaría aportar mi granito de arena en la lucha contra esta injusticia. Soy una mujer joven, consumista y nunca me había preocupado seriamente de donde proceden los productos, bien alimentos, cosméticos o ropa, que había comprado, y mucho menos de como habían sido transportados hasta aquí. También debo confesar que tengo muchísimo más de lo que necesito. Pero como últimamente he estado recapacitando más sobre el tema, he leído informes y he visto documentales, mi actitud y mi manera de ver las cosas han cambiado considerablemente.

Como consumista puedo contribuir cambiándome a productos alternativos, rechazando ciertos fabricantes o simplemente renunciando a ellos, e informándome sobre las vías de transporte y los fabricantes. Pero investigando esto en detalle me resulta difícil. Mi pregunta para ustedes es: ¿Me puede recomendar algo, libro, documental, página de internet,... lo que sea, con un listado completo de los orígenes de los productos? ¿O qué fabricantes distribuyen qué productos  de qué procedencia aquí? O quizás algunos, que apoyan su proyecto. No quiero ser parte del problema, sino parte de la solución.

Creo que podemos cambiar algo con nuestros hábitos consumistas y que deberíamos comprender por fin que hombres y máquinas son capaces de producir en masa y de transportarlo todo en pocos días a cualquier lugar, sin ninguna consideración de las consecuencias. Destruimos, dañamos y “utilizamos” la naturaleza, que no está hecha para este propósito. Se le roba su sentido real. No tenemos el derecho de apropiarnos del planeta entero y de extinguir la vida solo para objetos y lujos que no son realmente necesarios. Por desgracia estamos acostumbrados a eso, nos hemos criado en un mundo que parece existir exclusivamente por y para nosotros.

Espero poder recibir su respuesta y que le sea posible mandarme más información.

Saludos cordiales, Daniela

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Texto: Brigitte, colaboradora de firmm

Querida Daniela:

Ante todo quisiera darte las gracias por preocuparte por el estado de nuestro planeta, y por dirigirte a nosotros con tus preguntas. Quisiéramos aprovechar la ocasión para darte nuevos impulsos y sugerencias, y a la vez incentivar a nuestros lectores a compartir con nosotros sus opiniones e ideas para mostrarnos maneras de cómo consumir de forma más “considerada”, respetuosa y sostenible para con otros seres vivos. De modo que también ustedes, estimados lectores, están invitados a mandarnos sus sugerencias sobre libros, documentales y páginas de internet, para que el máximo número de personas pueda aprovecharse de ello y para que nos podamos ayudar mutuamente a orientarnos en la jungla del consumismo.

La dificultad ya comienza a la hora de seguir la procedencia de los alimentos que encontramos en los estantes del supermercado. Aunque se indica el país de origen de la fruta y la verdura, como de la carne y los huevos, la cosa cambia cuando se trata de productos procesados. Es decir, para productos que están compuestos por varios ingredientes no existe la obligación de indicar la procedencia de los ingredientes. Quien quiera hacer algo por la naturaleza, por consiguiente debe reflexionar sobre qué alimentos comprar en primer lugar. Lo idóneo sería optar por alimentos vegetales de cultivos ecológicos y locales. También sería importante considerar cual es la fruta y verdura de temporada. En internet hay calendarios sobre las temporadas según países, donde se puede consultar qué productos están siendo cultivados en cada momento.

Lo mismo se puede aplicar para la compra de carne. Si es necesario comprar carne, se debe mirar que esa proceda de animales criados en condiciones acorde a sus necesidades naturales. En las explotaciones intensivas de animales no se cumple ni con las necesidades mínimas de los animales, que apenas disponen de espacio suficiente para poder moverse. Para mantener a los animales productivos en tales condiciones, un suministro rutinario de antibióticos se ha vuelto imprescindible, lo que conlleva peligros para la salud humana por la generación de agentes patógenos resistentes a esos antibióticos. El ganado vacuno es alimentado con una dieta poco natural para ellos, que consiste en soja, trigo y piensos concentrados, para aumentar su producción de leche por un lado, y para que acumulen mucha masa muscular por el otro. Durante el transporte sufren de ansiedad, lesiones, temperaturas extremas, falta de alimento y agua y falta de asistencia veterinaria. A los terneros les espera un destino especialmente cruel: Se les cría para la producción de carne (llamada “de ternera”) después de ser apartados de su madre a los pocos días de haber nacido, cosa siempre muy traumática para estos animales tan sociables y sensibles. Hay muchísima información sobre ganadería abusiva en

-> http://www.animanaturalis.org/p/granjas-industriales

Si se redujese el kilometraje del transporte de los alimentos a cero, el alivio de ello para la naturaleza sería inferior que si un consumidor de carne se pasase un solo día de la semana al consumo de productos vegetales. O incluso más, ya que la contaminación ambiental tiene una relación directa con el consumo de carne. La producción de carne de vacuno y de lácteos destaca con emisiones de CO2 especialmente altas, ya que el ganado vacuno y las vacas lecheras tienen un metabolismo poco rendidor, que hace necesario plantar unas cantidades tremendas de alimento para su crianza y alimentación. Nuestro consumo de carne y la utilización de soja necesaria para su producción, son factores decisivos en la huella ecológica que dejamos con respecto a la cantidad de gases de efecto invernadero producidos y al tamaño de la superficie utilizada. En realidad, nuestra alimentación perjudica el clima más que el transporte. Conclusión: Un consumo reducido de carne ayuda al mundo en forma de una reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.

-> http://www.cambioclimatico.org/content/la-ganaderia-amenaza-el-medio-ambiente

-> http://www.noalcambioclimatico.com/las-vacas-y-el-cambio-climatico-come-menos-carne-y-leche/

El siguiente tema es evidentemente la producción de leche: Como todos los mamíferos, también las vacas producen leche sólo tras haber dado a luz. Pero las vacas lecheras no son comprendidas como seres vivos cuyas necesidades cuenten o se parezcan a las de los humanos, sino como productores de leche. A partir del segundo año de vida, para las vacas comienza un embarazo constante. Todos los años son inseminadas de forma artificial y están preñadas casi ininterrumpidamente para dar leche sin interrupción. Ahí nos podemos plantear cambiar a un “sustituto” vegetal de la leche. Hoy en día ya hay muchas alternativas ricas y hasta más saludables que la leche: leche de almendra, avellana, arroz o de avena.

Cuando compramos huevos es importante comprobar la letra y el código numérico. Lo más importante es el primer número: 0 = producción ecológica, 1 = criados en libertad, 2 = criados en el suelo y 3 = criados en jaula. Luego le sigue un código de dos letras que indica la procedencia de los huevos: ES correspondería a España, PT a Portugal, FR a Francia, NL a Holanda, etc. El resto del código contiene la información sobre la granja de la que procede el huevo.

Después de haber visto imágenes y vídeos de la crianza en jaulas seguramente un@ desista de comprar huevos con el número 2 y 3 y decida comprar los del 0 ó 1. Aunque son algo más caros, aseguran que los animales se encuentran en mejores condiciones. Aunque aquí hay que admitir que en ocasiones también las gallinas criadas en libertad tienen horarios limitados para estar en el campo y pasan el resto del tiempo dentro del establo siendo expuestas a las mismas condiciones que las criadas en el suelo. Pero no tiene ni punto de comparación con la indigna crianza en jaulas. La siguiente página contiene un resumen informativo: 

-> http://www.animanaturalis.org/granja-industrial/huevos

-> http://xananatura.blogspot.com.es/2011/11/clasificacion-y-procedencia-de-los.html

La siguiente dificultad aparece cuando compramos productos de higiene personal, queriendo reducir las consecuencias para el medio ambiente y la crueldad animal. ¿Porqué tiene que sufrir un animal solo porque nosotr@s queremos embellecernos con pintalabios, esmalte de uñas etc.? Hay algunas listas en Internet donde se puede ver si la marca favorita testea en animales:

> http://www.consumetico.org/es#.WaPWdPNJaM8

Listado internacional en inglés:

> http://www.leapingbunny.org/guide/brands

Además hay que leer detenidamente la lista de ingredientes de los cosméticos. Es increíble lo que contiene en ocasiones. A menudo se encuentran derivados de petróleo en pintalabios y cremas hidratantes, el cancerígeno formaldehído o micro-plásticos en pastas de dientes o productos exfoliantes. Hay un listado interesante de ingredientes tóxicos aquí:

> https://www.muwellness.com/content/lista-de-ingredientes-t%C3%B3xicos-en-cosm%C3%A9ticos

El micro-plástico es para nosotros, como fundación que protege el mar, especialmente grave. Estas pequeñas partículas llegan a través de los desagües directamente a los océanos. Imprescindible aquí es otra vez revisar los ingredientes, que no resulta fácil para alguien que no es químico. Aquí puede encontrar un listado:

-> https://ellatidodelcoral.wordpress.com/2014/09/28/microplasticos-en-cosmeticos/

Otras campañas interesantes, pero sólo disponibles en inglés, son éstas:

-> http://www.beatthemicrobead.org/

-> https://www.plasticsoupfoundation.org/en/

De nuevo vale más, recurrir a los cosméticos naturales libres de crueldad animal.

El artículo sobre cómo comprar de forma responsable y sostenible podría ser muchísimo más largo aún. Estimada Daniela, esperamos haberte dado alguna inspiración, y quedamos a la espera de recibir tus reacciones.

Fuentes del texto original en alemán:

-> http://www.swissveg.ch/transport

-> http://www.sagneinzumilch.de/produktion.php

-> https://www.zentrum-der-gesundheit.de/klimakiller-fleischesser-ia.htmlnbsp]

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