ORCAS, PESCADORES, DEPREDACIÓN Y RECIPROCIDAD

por firmm Team

nuestro barco « Spirit » con las orcas

Texto: Sevi Golinvaux, Fotos: firmm

En julio y agosto, firmm organiza excursiones de 3 horas para observar a las orcas cuando acuden a capturar atún rojo en los palangres de los pescadores del Estrecho de Gibraltar. En este blog vamos a profundizar acerca de las interacciones entre las orcas y estos pescadores.

Pero primero: ¿por qué las orcas vienen a pescar atún en las líneas de pesca de los pescadores?

El atún rojo pasa por el Estrecho varias veces al año, y las orcas ibéricas permanecen en las proximidades del Estrecho de Gibraltar para cazar su alimento favorito durante gran parte del año. Sin embargo, la caza del atún es una actividad que consume mucha energía, ya que las orcas tienen que sumergirse y perseguir a los peces, que escapan a gran velocidad hacia profundidades inaccesibles. Por lo tanto, es mucho más fácil capturar al pez una vez enganchado al anzuelo. El pez ya no puede escapar, lo que les ahorra a las orcas mucha energía. Este comportamiento se denomina depredación.

Cuando explico este fenómeno en la charla informativa previa a la salida, a menudo recibo la siguiente pregunta: ¿Los pescadores no se enfadan cuando las orcas les quitan el pescado?

Tal vez, algunos pescadores defiendan efectivamente “sus” capturas o intenten mantener alejadas a las orcas. Pero, ¿quizás algunos pescadores consideran que lo que la naturaleza ofrece pertenece a todos y que les parece perfectamente bien ayudar a las orcas dejándolas alimentarse de su sedal?

¿Y qué piensan las orcas de aprovecharse del trabajo de los pescadores?

Tuve la suerte de encontrar una posible respuesta a estas preguntas cuando visité la V Conferencia Internacional sobre orcas. Se celebró en Tarifa en febrero de 2025, con nada menos de 180 participantes presenciales de todo el mundo y otros 80 de forma telemática. Científicos y expertos de todo el mundo presentaron sus últimas investigaciones sobre las orcas. Se trataron diversos temas: salud, poblaciones, marcado, cautividad, fotoidentificación, investigación acústica, investigación genética, efectos de la interacción humana y comportamiento de las orcas, ...... Fue una semana repleta de presentaciones y colaboración entre expertos y amantes de las orcas.

Referente a las preguntas sobre la interacción de las orcas con los pescadores, me llamó la atención una presentación titulada: “Mecanismos subyacentes, causas próximas, beneficios reales y consecuencias de por qué algunas orcas salvajes ofrecen presas a los humanos”. ¿De verdad? ¿Las orcas ofrecen presas a los humanos? Eso era nuevo para mí. En su presentación, Jared Towers, biólogo marino de BayCetology en Canadá, explica que ha observado orcas ofreciendo sus presas a los humanos. Y como ningún animal salvaje suele ofrecer su presa a los humanos, puso en marcha un estudio para comprender mejor este comportamiento. Aquí un resumen de las conclusiones de su estudio, que son sorprendentes...

En primer lugar, su estudio revela varios hechos:

  • 1/Las orcas acercan a sus presas al barco, las dejan caer justo delante de él y esperan a que reaccionen antes de marcharse.
  • 2/En cada caso, se trataba de una orca individual que se acercaba con su presa, pero con su manada cerca.
  • 3/En el 60% de los casos, la orca no mostró ningún interés por jugar; no se trataba de un comportamiento lúdico, muy habitual en las orcas.

Jared se preguntó entonces si las orcas simplemente comparten sus presas porque hay abundancia de comida. ¿O existe un aspecto de “reciprocidad” en este comportamiento?

Pues bien, la reciprocidad en las orcas es un comportamiento psicológicamente complejo que pretende crear un vínculo entre los individuos, como ayudarse mutuamente o dar y recibir, y se cree que aumenta sus posibilidades de supervivencia. En todas las poblaciones, las orcas parecen compartir sus presas con sus congéneres, su familia, su clan. También en el Estrecho, cuando capturan atún, las observamos regularmente compartiendo su botín con individuos más jóvenes. Lo hacen porque saben que compartirlo les beneficia. Durante la caza, por ejemplo, algunas orcas son más activas que otras, pero la captura se reparte entre todas. Las orcas también se ayudan mutuamente cuando algunos individuos están enfermos o heridos. Incluso hay intercambios entre distintos grupos, como compartir conocimientos y ayudarse mutuamente en momentos de necesidad. Como se puede ver, las orcas son muy sociables. Pero eso no es todo…

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Videolink auf YouTube: youtu.be/BCsgChzbZu8

Otro aspecto a tener en cuenta es que, según los científicos, las orcas son muy curiosas por naturaleza. Son grandes exploradoras. Esto puede deberse a que tienen una dieta muy variada. Para sobrevivir buscan constantemente nuevas oportunidades. Un poco como los humanos: la exploración y el aprendizaje son habilidades que aumentan nuestra capacidad de supervivencia. Ha habido numerosos avistamientos de orcas aprendiendo nuevas técnicas de caza. Seguro que ya has visto vídeos de una matriarca enseñando a las crías a cazar una foca en la playa.

En conclusión, los científicos coinciden en que estas orcas comparten sus presas con los humanos, en parte por curiosidad, para probar cosas nuevas, y en parte, por increíble que parezca, para crear un vínculo con nosotros.

Como se ha descrito anteriormente, en el mundo de las orcas, la socialización, la colaboración y la ayuda mutua son comportamientos completamente naturales y comunes.

Volviendo al Estrecho de Gibraltar, sobre la cuestión de qué piensan las orcas de la depredación del atún a los pescadores, tengo entendido que es perfectamente normal que vengan a aprovecharse de las líneas de pesca. Según su principio de reciprocidad, es natural que los pescadores cooperen con las orcas. Sobre todo porque los pescadores capturan cada vez más atún rojo, mientras que a las orcas les resulta cada vez más difícil cazarlo.

De hecho, en el informe de investigación de firmm del 2024 , nuestro biólogo marino, José Manuel, escibe:

El estado de conservación de las Orcas Ibéricas en el Estrecho de Gibraltar es de “en peligro de extinción”. Aunque en los últimos años se ha incrementado la cuota de pesca de atún, lo que en principio debería beneficiar a las orcas, esto ha provocado un aumento del número de barcos que se dedican a esta actividad, incluidos los no autorizados. A ello se añaden las consecuencias de la introducción de nuevos dispositivos de pesca, las interacciones con los veleros que llevan a algunos patrones a tomarse la justicia por su mano, y la intensidad del tráfico marítimo... Las orcas de esta parte del mundo están sometidas a numerosas amenazas, lo que explica su preocupante estado de conservación.

Por lo cual, para preservar la población de orcas ibéricas, solo nos queda esperar y fomentar que el mayor número posible de pescadores aplique también el principio de la reciprocidad con las orcas y comparta parte de sus capturas con ellas para ayudarlas a sobrevivir.

Y, quién sabe, quizás en nombre de la reciprocidad, las orcas también se acuerden de ellos y les ayuden si se encuentran en apuros...

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