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por firmm Team

Pescadores marroquíes

Texto: Brigitte, Fotos: firmm

El 16 de mayo, mucho antes de la primera salida del día, nuestro capitán Dani recibió una llamada de dos primos suyos, quienes son pescadores de atún en el Estrecho de Gibraltar. Tenían una noticia sensacional, que Dani pasó de inmediato a Katharina. Sabiendo que tenían una sorpresa muy especial para los pasajeros de la primera salida, la tripulación zarpó a las 10:30 h de muy buen humor hacia el lugar en el Atlántico, donde estaban los pescadores.

Los lectores habituales de nuestro blog y todos los seguidores de firmm ya deberían haber adivinado qué nos esperaba allí: efectivamente, las Orcas.

Contamos un total de diez, entre ellas tres crías con menos de un año de edad. Nos alegró sobre todo descubrir entre los animales a dos conocidos muy queridos por nosotros: el apuesto macho Camorro y la vieja Matriarca. Esta última nos preocupaba un poco, porque no la habíamos visto en los últimos tres años. Katharina sintió un enorme alivio, ya que conoce a esta Orca desde hace muchos años. Después de la salida la pregunté si recordaba haber visto alguna vez en la historia de firmm a las Orcas tan temprano. Me contestó que no, y me dijo que la excursión le había parecido especialmente tranquila e idílica. Lo cual es muy agradable de oír, sobre todo porque últimamente las Orcas, por desgracia, solo habían recibido titulares negativos.

una imponente aleta dorsal

El año pasado echamos de menos a todas las Orcas que conocemos. El grupo que había venido al Estrecho de Gibraltar era otro distinto. Esta vez había una hembra con una pequeña herida en forma de muesca entre ellos. Normalmente, no formaba parte del grupo de Camorro y Matriarca.

Camorro se mostró especialmente curioso y se acercó al barco. Incluso pasó buceando tres veces por debajo. En momentos como esos, las ventanas submarinas de la firmm -Visión no tienen precio. Nuestro biólogo marino Jose bajó y se quedó boquiabierto cuando el enorme cuerpo de Camorro apareció delante de las ventanas. Asombrado volvió a subir y dijo: “Es tan grande, que era como si pasara un autobús”. Solo de cerca se puede distinguir la impresionante estatura de estos animales y considerar su tamaño real.

Así terminó una salida con un encuentro inesperado en estas fechas. Parece que las Orcas solo habían venido para dar una vuelta. De todos modos, ya estamos ansiosos por volver a verlas en verano.

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