Mi vida en la mar

Texto: Eduardo Montana Peralta

Mi vida en la mar empezó siendo yo muy joven, en el año 1990; entonces empecé con la pesca del voraz ya que en Tarifa la vida laboral estaba muy limitada, el trabajo había que buscarlo en el campo o en la mar y yo pertenezco a una familia de marineros humilde y trabajadora que sabemos valorar lo poco que se tiene.

Me dediqué a esta pesca en exclusiva durante cinco años consecutivos, pero lo cierto es, que la situación no era muy buena en este sector, a excepción de algunos barcos que siempre capturaban la suficiente cantidad de peces para que el sueldo de los pescadores fuera medianamente digno. Como ese no era mi caso, estuve haciendo cursos de formación para mejorar mi preparación como marinero profesional, y así poder acceder a otro tipo de trabajo.

En el año 1995 mi padre, que trabajaba en la Almadraba de Tarifa, se tuvo que jubilar por enfermedad; entonces era una tradición de la empresa cederles el puesto a los hijos, de esa manera comencé a trabajar en la captura del atún rojo en ese mismo año y así hasta el año 2008.

Durante todo este tiempo tuve la oportunidad de ascender, pasé de ser un simple marinero a trabajar como proel y cooperador de la embarcación “Barco de canto”.

Las Almadrabas se calan con los siguientes utensilios: anclas, boyas, redes, cadenas, cabos de acero de diferentes espesores y otros enseres, con la ayuda de las embarcaciones cualificadas para ello y la mano del hombre con cuidado y esmero.

 

Las Almadrabas son típicas de las costas del Sur de España: Barbate, Zahara de los Atunes, Tarifa, Conil, etc.

La época de la Almadraba empieza en primavera. Consiste en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, situado cerca de la costa. En esa jaula, los atunes van recorriendo pasillos de redes hasta llegar al centro del copo; una vez que están encerrados, los barcos comienzan “la levantá”, que consiste en ir izando las redes manualmente hasta que los atunes quedan a nivel del agua, para así empezar la caza manual del atún.

 

Uno a uno se van pescando mediante los “bicheros” (una especie de garfios que los almadraberos utilizan para enganchar los atunes). Los atunes son animales de cientos de Kilos con aletas como cuchillas.

 

 

En el mes de agosto de 2008 me ofrecieron un puesto de marinero en la “Fundación Firmm”, dedicada al avistamiento de cetáceos. La experiencia duró tres meses y me pareció maravillosa.

Pero mi mayor alegría llegó en abril de 2009, cuando Katharina jefa de dicha Fundación me requirió para pertenecer a su tripulación de forma fija; no me lo pensé ni un momento y pedí la excedencia en la Almadraba para dedicarme de lleno a esta Fundación. Y de hecho, no me he arrepentido en ningún momento porque me siento muy a gusto en todos los sentidos; estoy viendo el mundo marino desde otra perspectiva.

Siempre estaré agradecido a esta oportunidad que me ofrecieron en su momento.

“PERSIGUE TU DICHA Y EL UNIVERSO ABRIRÁ PUERTAS DONDE ANTES SÓLO HABÍA MUROS”