Espectáculo de comienzo de temporada
por firmm Team
Texto: Nina Bircher, voluntaria de firmm, Fotos: firmm
La temporada comenzó con viajes más bien movidos por las olas, durante los cuales vimos calderones comunes y delfines mulares – los delfines en parte saltando y surfeando las olas de proa de los grandes mercantes. En el tercer viaje nos encontramos con viejos conocidos: la hembra de calderón común “Vicente”, nombre que recibió antes de que se supiera que no era macho y la hembra de delfín mular “Loly” – ambas incluidas en la lista de animales que se pueden apadrinar a través de firmm.
Durante el cuarto viaje vimos al paciente sufrido Curro, al que ansiábamos encontrar: Se acercó al barco con Fina y su cachorro, sin embargo sin venir acompañado de su grupo usual con su amigo Edu. Nos alegró y alivió verlo luego de los meses de invierno.
El 2 de abril había planeadas tres salidas gracias al buen tiempo reinante. El primer barco partió a las 13:00 con condiciones agradables de mar y al poco tiempo encontramos a los delfines mulares. Se habían reunido en un grupo grande de unos 120 a 150 individuos, lo que no es tan frecuente porque suelen moverse en grupos menores en el Estrecho. Al rato el firmm Spirit se encontraba rodeado de ellos, no se sabía en que dirección mirar, en todas direcciones se los veía jugando y saltando varios metros fuera del agua, golpeando la superficie del mar con la aleta caudal “Tailslapping” o sacando la cabeza para observarnos “Spyhopping” – a veces al ladito del barco.
Algunos nos acompañaron pegados a la proa y se oían los chillidos de alegría de los pasajeros cuando los delfines los mojaban, salpicando agua con la aleta caudal. Los niños comentaban cada salto con un entusiasmado “ole”. En el segundo viaje el espectáculo continuó. Mientras el tiempo mejoraba cada vez más, encontramos nuevamente al grupo de delfines mulares. Los delfines que componían el grupo principal se mantuvieron a cierta distancia para socializar, saltando y jugando. Algunos más curiosos se acercaron al barco. Se ubicaron en la proa para acompañar al firmm Spirit durante un rato largo, para regocijo de los pasajeros. También durante el tercer viaje parecían seguir con energía para jugar. Había unos cuantos cachorros que saltaban sincronizados con los adultos – como si estuvieran practicando.
Sobre todo nos alegró encontrar a otros “viejos conocidos”: Loly (acompañada por su cachorro de la temporada anterior) y Cutty aparecieron junto a la proa. Nos confortó ver que al parecer han sobrellevado bien el invierno – la infección con hongos de la aleta dorsal de Loly parece no haber empeorado. A las 19:00 volvimos a entrar al puerto de Tarifa – con muchos recuerdos bonitos y sabiendo que un “show” de tales dimensiones no se repetiría todos los días.