El parque de juegos de los delfines, o una salida digna de una cumpleañera

por firmm Team

Texto: Brigitte según las notas de Katharina; fotos: firmm

La previsión meteorológica para los días siguientes, o más bien para toda la semana, preveía Levante fuerte. Tan fuerte, que las salidas en barco eran impensables. Por ello zarpamos el 7 de mayo muy temprano para aprovechar las últimas horas con el mar en calma para una salida, antes de que el viento subiera. Valió la pena, nos esperaban múltiples avistamientos interesantes. Abandonamos el puerto de Tarifa con viento de fuerza 2 (4-7 nudos, o 7,4-13 km/h), según la escala de Beaufort. La primera sorpresa del día fue un gran Calderón Común que saltaba al aire.

Inmediatamente después, nuestro mecánico David gritó emocionado que había visto a lo lejos a un cachalote saltando fuera del agua.

Nos apuramos para llegar hasta él después de que nos había alertado tan espectacularmente de su presencia. Cuando lo alcanzamos, permaneció en la superficie del agua, bien visible para todos los pasajeros, aunque las olas que aumentaban cada vez más lo sacudían bastante. Cuando la enorme ballena dentada finalmente se sumergió, regresamos con el grupo de Calderones Comunes que habíamos visto antes.

Se trataba de una familia grande, a la que se sumó una segunda y una tercera. En total contamos 40 animales adultos y 20 juveniles, los cuales tenían muchas ganas de jugar. Los observamos haciendo “rolling”, “spyhopping” y “tailslapping” y había muchísimo movimiento alrededor del barco.

Sin embargo, lo más extraordinario fue que un grupo de aproximadamente 50 Delfines Comunes se unió a su juego. Casi nunca se ven a los Calderones y los Delfines Comunes juntos.

Ni siquiera nuestros dos expertos a bordo, Katharina y José Manuel, podían recordar haberlos observado así alguna vez. Y como si fuera poco, se sumó un grupo de 15 Delfines Mulares al grupo para jugar. ¡Qué espectáculo!

Ese día había una colega cumpleañera a bordo, que me contó luego que el madrugón había merecido la pena y que quizás había sido una de las mejores salidas. Debe ser cierto, ya que ella puede comparar con muchísimas salidas anteriores, este año celebra su décimo aniversario con firmm.

A esas alturas el viento había aumentado hasta fuerza 4 (11-16 nudos o 20,4-29,6 km/h), así que regresamos. Poco a poco avanzábamos hacia el Noroeste, rodeando la isla por detrás (socaire), para acercarnos con seguridad al puerto, protegidos del viento y de las grandes olas. Los pasajeros bajaron contentos del barco. Este día, en el que observamos a tres tipos de delfines jugando juntos, quedará grabado en nuestra memoria durante mucho tiempo.

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