EL DÍA DE LA TORTUGA

por firmm Team

Texto: José Manuel Escobar Casado, photos: firmm

Todos los que nos dedicamos al avistamiento de cetáceos sabemos que cada día y cada salida es diferente, pero sabemos que el protagonismo siempre se lo llevan los delfines y las ballenas.

Sin embargo, el domingo 28 de abril tuvimos la gran sorpresa y a la vez la gran alegría de poder observar la liberación de una tortuga boba (Caretta caretta) en alta mar y disfrutar de sus primeros aleteos en libertad.

Los ecosistemas marinos están sufriendo un continuo deterioro debido al calentamiento global y la contaminación y evidentemente los que más lo sufren son las especies que viven de ellos. Mamíferos, peces, flora... todos ellos luchan por su supervivencia a diario pero en ocasiones nos encontramos con animales enmallados, con plásticos en sus extremidades o con infecciones y es en ese momento cuando la gran labor de las fundaciones, asociaciones y ONGs que nos dedicamos a la conservación y protección del medio ambiente entramos en acción.

El Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos de Ceuta (CECAM) junto con la ONG Faunaverso recibió una tortuga boba que necesitaba ayuda, la ayuda de unas personas apasionadas por el mar y por las criaturas que en él viven. Le dieron todos los cuidados que necesitaba y cuando la tortuga estuvo lista, era el momento de devolverla a su hábitat, dejarla reencontrarse con sus iguales, darle otra oportunidad para que perpetúe su especie y que la vida siga su curso.

A pesar de que la tortuga iba a volver a saborear la libertad, la verdadera suerte la tuvimos nosotros, la Fundación firmm, y los clientes que ese día fueron en el barco.

Recibimos la petición para participar en la liberación de la tortuga llevando como pasajeros a un grupo de 45 personas pertenecientes a la ONG Faunaverso y Nautilus con su directora Diana Lacruz Ferrater a la cabeza, además del resto de pasajeros habituales que nos visitan todos los días, los cuales se llevaron una grata sorpresa al conocer la feliz noticia.

Una vez llegado a las coordenadas acordadas, nos encontramos con una pequeña embarcación en la que descubrimos un ejemplar de tortuga boba precioso, con un tamaño aproximado de 1 metro y entorno a los 100 kg de peso. Se veía saludable y con ganas de volver al mar, como bien indicaban sus constantes aleteos al aire. Se podía distinguir el localizador situado en el caparazón que será de gran ayuda para controlar sus migraciones. Y tras una breve presentación y unos segundos para que pudiéramos hacerle unas fotos, la expectación era máxima, todos en el barco guardaban silencio envolviendo la atmosfera de paz y comunión con la naturaleza.

En ese momento pudimos ver como con sumo cuidado acercaban la tortuga a la borda, una de las personas que con tanto cariño cuidó del animal posó un beso en su caparazón y con un suave gesto dejaron caer la tortuga a pocos centímetros del agua pareciendo no querer desprenderse aún del animal. Tantas eran las ganas que tenía la tortuga que rápidamente se hundió y no paró de nadar hasta que dejamos de ver su sombra a través del inmenso océano.

El resto del viaje estuvo marcado obviamente por nuestra querida tortuga, comentarios, mostrar fotos al compañero, incluso entre los pasajeros se compartían impresiones y satisfacciones. Nos agrada y nos agranda como personas poder participar en estos eventos, somos y seremos una fundación dedicada a los animales, su bienestar y su conservación.

Larga vida querida tortuga, larga vida.

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