Delfines mulares saltando
por firmm Team
Texto: Viktoria Aigner, voluntaria de firmm; Fotos: firmm
El 13 de septiembre del 2015 comenzamos a las 11:00 horas nuestra primera salida de ese día. El barco Fly Blue estaba completo y el tiempo, como casi todos los días, estupendo. No hacía demasiado viento y las temperaturas estaban muy agradables para mediados de septiembre. Tras aproximadamente media hora encontramos a un grupo de delfines mulares en aguas marroquíes .
En un principio nadaron rápido al lado del barco, como lo suelen hacer habitualmente. Después de 15 minutos cambié mi posición como lo suelo hacer siempre y volví de la parte delantera a la popa del Fly Blue, donde me instalé al lado de la borda. De repente escuché un fuerte chapoteo en el agua; me di vuelta y vi a dos delfines mulares adultos saltando a una altura de al menos 2-3 metros! En este momento pensé por primera vez en ¿qué haría si uno de estos mamíferos marinos aterrizara adentro del barco, o incluso encima de un pasajero? Eso seguramente no sería muy agradable para ninguna de las partes, ni para el animal, ni para la persona. Incluso Katharina parecía no haber visto algo así muy a menudo. “iParece que querían ver a quienes están en el barco!” decía entusiasmada por el micrófono, lo cual provocó una sonrisa en varios pasajeros. Algunos kilómetros más lejos saltaron otros delfines.
En ese grupo se encontraba, como guinda del pastel, un bebé de 2 o 3 días de edad, que convertió a esta excursión en algo especialmente digno de recordar. No hay nada mejor que observar a estos pacíficos animales viviendo en libertad y disfrutando de la vida.
Una media hora más tarde fuimos a buscar a otra especie. Como de costumbre no tardamos mucho en encontrarnos con un grupo de calderones que ya conocemos. También estos mamíferos son siempre una experiencia muy especial. Tranquilamente nadan en la superficie del agua y a menudo se acercan bastante al barco, como hicieron también aquel domingo. Eso le transmite a uno una agradable sensación como si estuviesen jugando con nosotros, y además parece demostrar que el ruido del barco no les molestara demasiado.
Otra media hora más tarde tuvimos que comenzar el camino de vuelta a Tarifa, adonde llegamos puntualmente a las 13:00 horas.