Curro – paciente sufrido en el Estrecho de Gibraltar
por firmm Team
Texto: Luisa Listmann, voluntaria de firmm, fotos: firmm
Curro, el calderón más conocido del Estrecho de Gibraltar, alcanzó su fama debido a un trágico accidente. En mayo de 2008 nuestro barco se acercó a un macho de calderón común con una tremenda herida. Delante de la aleta dorsal tenía un profundo corte teñido de rojo, causado probablemente por una hélice de barco, que parecía agrandarse con cada arqueo de su lomo.
Curro el 2 de julio 2008 con la herida fresca
Fue entonces que comenzó el tiempo de aprensión en cuanto a sus posibilidades de recuperarse, mostrándonos hasta hoy sus ganas de vivir. En aquel momento no pudimos hacer nada por el. (Podría haber sido un candidato para la estación de recuperación planeada en el Dolphin Sanctuary en Marruecos.) Felizmente su herida sanó, dejando una cicatriz frente a su aleta dorsal, que se había caído hacia la izquierda.
Un año después del accidente
Tres años después del accidente, el lomo de curro parecía haberse regenerado.
Curro el 16 de junio 2011
A fines de junio de esta temporada sin embargo fuimos confrontados con un terrible cambio.
22 de julio 2011, la herida se abrió nuevamente
La herida de Curro había sido abierta, posiblemente por un sedal de los pescadores deportivos de atún al curricán. Las semanas que siguieron nos hicieron temer por el pobre calderón, el inicialmente pequeño corte se fue abriendo, la aleta dorsal se irguió nuevamente, pero el tejido del borde de ataque de la misma comenzó a pudrirse, perdiéndose más y más partes. En la siguiente foto se puede ver como se va de-flecando la aleta dorsal.
Curro el 08 de agosto 2011
Nuestro marinero Eduardo y nuestro guía Dominique fueron testigos juntos de un comportamiento extraordinario: “Curro se acercó a Edu (uno de sus fieles compañeros) desde el costado. Cuando casi se tocaron, Curro buceó por debajo de Edu, hasta que su aleta dorsal quedó a la altura de la aleta caudal de su compañero. Edu entonces levantó su caudal y le dio un golpe a la herida de Curro. Comenzó a salir sangre pero los flecos podridos de tejido se habían desprendido; la herida estaba limpia y probablemente preparada para cicatrizar mejor. Fue uno de los comportamientos más impresionantes que observé jamás en los calderones“.
Increíble las acciones de las cuales son capaces estos animales, para ayudarse y aliviar su dura vida.
Curro antes de su encuentro con Edu
Desde entonces la herida de Curro adquirió mejor aspecto, esperamos que vuelva a curarse. Mientras tanto nos alegra cada encuentro que tenemos con el carismático animal y su unidad social y seguimos ansiosos su proceso de recuperación.
Curro después del encuentro con Edu el 26 de agosto 2011