Actualidades sobre las Orcas y los Veleros

por Jörn Selling

El interés comprensiblemente continúa y recibimos muchas peticiones de periodistas y documentalistas.

Les gustaría saber por qué las orcas interactúan con veleros, pero también con otras embarcaciones pequeñas. A la comunidad científica le encantaría saberlo igualmente. Pueden leer especulaciones previas de nuestra parte aquí y aquí.

Desde el punto de vista humano, habría suficientes razones para que las orcas estén estresadas: hemos contaminado su hábitat con ruido, hemos sobreexplotado su fuente de alimento más importante en el Estrecho de Gibraltar, el atún, y las redes de deriva prohibidas siguen suponiendo un peligro para ellas y especialmente para sus crías. Por si fuera poco, desde hace algunos años hay un pescador de atún en Tarifa que utiliza descargas eléctricas para aturdir a los atunes que luchan por su vida en los anzuelos; esto también es un peligro para las orcas que aprendieron a aprovechar la situación y quedarse con algunos de los peces.

En 2020, poco después del estricto confinamiento de dos meses por la epidemia de Corona, con puertos cerrados y calma celestial para las orcas, las tres primeras hembras jóvenes comenzaron su nueva afición. Por la razón que fuera, desarrollaron el gusto por mordisquear y embestir los timones de los barcos objetivo, y más orcas se les unieron. Parece que se ha convertido en un juego popular para ellas. No tienen como objetivo a los humanos, es bastante seguro que incluso si un miembro de la tripulación cayera por la borda, no habría nada que temer de las ballenas.

Sólo hay unas 50 orcas y no todas participan en las travesuras. Es poco probable que se disuada a las que les gusta, igual que nosotros somos reacios a renunciar a lo que nos gusta. En lugar de conjurar al diablo y proponer medidas draconianas para deshacernos de él, como hacen algunas redes sociales, deberíamos aprender a vivir con ellas y mejor evitarlas.

El plan que se está llevando a cabo, de dispararles transmisores a 6 de ellas, es cuestionable. No nos parece ideal porque es una medida invasiva. Además, los mapas para navegantes creados a partir de los datos de posición registrados no se actualizan semanalmente, como se aseguró en un principio como justificación.

Tampoco se pudo evitar la última interacción del 17.08.2023 con la ayuda de los mapas mencionados, en la que los navegantes dispararon a las orcas. Menos mal que había avistadores de ballenas cerca y lo filmaron, esperemos que los integrantes de la tripulación que tomaron esa desición reciban su merecido. Por ello, la comunidad científica ha decidido enviar una carta abierta a los medios de comunicación.

Una opción no invasiva y, en nuestra opinión, mejor, es registrar todas las interacciones como hace el grupo de trabajo Orca Atlántica. En su página hay un código QR para una aplicación de smartphone en la que se pueden ver las últimas interacciones. Mantiene a los navegantes al día sobre dónde están "jugando" las orcas, también hay sugerencias de comportamiento para las embarcaciones. Sería interesante disponer de mapas de calor en los que se resuman todas las interacciones según temporada estival, para que los navegantes puedan decidir si pueden/quieren evitar las zonas calientes.

El grupo de trabajo ha sugerido al ministerio en Madrid que se repele a las orcas con los sonidos de calderones comunes. En el Estrecho de Gibraltar ocurre a veces que las orcas son perseguidas por calderones. El ministerio responsable no reacciono ante esto, luz verde fue para el proyecto de transmisores. Tal vez porque es más fácil fastidiar a unas cuantas orcas, que mantener disponibles suficientes dispositivos emisores de sonido para muchos veleros.

Una posible estrategia de adaptación para las tripulaciones que quieran navegar regularmente en aguas de orcas consistiría en modificar el timón de modo que la pala fuera retráctil. Otra posibilidad es separar la pala del mecanismo de gobierno para que oscile libremente y las orcas se lo tomen como misión cumplida y lo dejen.

En Canadá se utilizan para ahuyentar a las orcas varillas metálicas sumergidas, que se "trabajan" con pequeños martillos para emitir sonidos.

Este verano pudimos identificar un total de 20 orcas desde el 05.07 hasta el 20.08, 10 de las cuales son de interactuar con barcos. A pesar de haber embarcaciones deportivas en el Estrecho todos los días, sólo se constataron dos interacciones con contacto físico durante ese tiempo, una de las cuales describimos más arriba.

En caso de tripulaciones expuestas a un encuentro con orcas frente a la Península Ibérica, recomendamos meter la GoPro en el agua, si se dispone de ella, y contárselo a los nietos. Hay que reconocer que es más relajante observarlas cuando no están mordisqueando el timón. Pero aun así es una experiencia inolvidable, a veces costosa, pero impresionante y hermosa.

Camorro, de 25 años, mayormente junto a la matriarca Toni, muestra alegría de vivir el 18.08.2023

Epílogo de nuestra compañera Christine Schmid

En general, puede decirse que las interacciones afectan principalmente a embarcaciones de recreo de hasta 15 metros de eslora, en la mayoría de los casos veleros, pero no exclusivamente. Las orcas se dirigen principalmente al timón de las embarcaciones, "jugando" con el mismo, dañándolo o rompiéndolo por completo, provocando que alrededor del 14% de las embarcaciones afectadas queden sin maniobra y tengan que ser remolcadas.

Esta población está catalogada como en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA), recogido en el "Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero". Para las especies incluidas en el CEEA, el "Artículo 57 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad" prohíbe cualquier medida dirigida a darles muerte, capturarlas, perseguirlas o molestarlas.

Además, el "Real Decreto 1727/2007, de 21 de diciembre" establece medidas de protección de los cetáceos para garantizar su supervivencia y su estado de conservación favorable.

Explícitamente se prohíbe:

  • Acercarse a los mamíferos marinos a menos de 60 m;
  • el contacto físico de embarcaciones o personas con las ballenas o grupos de ballenas;
  • alimentar a los animales, arrojar por la borda alimentos, bebidas, basuras u otros objetos o sustancias sólidas o líquidas que puedan ser perjudiciales para las ballenas;
  • obstaculizar el libre movimiento de las ballenas, interponerse en su camino, cortarles el paso o cruzarse con un grupo de ballenas en cualquier momento y dirección;
  • separar o dispersar el grupo de ballenas, y especialmente interponerse entre un adulto y su cría;
  • hacer ruidos y sonidos fuertes o estridentes para atraerlas o alejarlas, incluidos los sonidos realizados bajo el agua;
  • bañarse o bucear en la zona de exclusión del “Espacio Móvil de Protección de Cetáceos.

Lo que nunca debemos olvidar, ¡el mar es el hogar de estos magníficos mamíferos marinos! Navegamos por el con nuestras embarcaciones de recreo principalmente por placer, invadiéndo así el hábitat de la fauna salvaje, y deberíamos someternos a las fuerzas de la naturaleza y a las necesidades de supervivencia de los animales. En el caso de las orcas, esto significa evitar determinadas zonas en determinados momentos. Del mismo modo que no se debe navegar cuando hay una fuerte tormenta. En general, es más seguro navegar lo más cerca posible de la costa en las zonas frecuentadas por las orcas, y cruzar el Estrecho en los lugares donde hasta ahora se han registrado pocas o ningunas interacciones.

Deseamos a todos, animales y humanos, una coexistencia pacífica en el mar y esperamos que estos consejos sean útiles.

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