Resumen Julio y Agosto 2015
por firmm Team
Texto: Katharina y Christine, Fotos: firmm
Normalmente la temporada de orcas comienza cuando las orcas vienen a darse una vuelta por el Estrecho de Gibraltar, echando así a todos los delfines mulares y a los calderones... quedándose el Estrecho de Gibraltar simplemente vacío en cuanto a otras ballenas se refiere. Nosotros encontramos a las orcas de repente y sorprendentemente cerca de Tarifa, cuando estaban de vuelta a la montaña subacuática de Camarinal. ¡Vimos a dieciseis orcas, y eso en una salida de solo dos horas!
Eso provoca mucho furor y trabajo, ya que a partir de ahora tenemos que planear las salidas de tres horas.
Al día siguiente tocó volver a encontrar a las orcas en el Estrecho de Gibraltar, ya que casi todos los demás mamíferos habían abandonado la zona. Con suerte vimos a pequeños grupos de delfines listados que pueden nadar más rápido que las orcas. Gracias a la buena colaboración entre nuestros dos barcos pudimos encontrar a las orcas una y otra vez a lo largo de las nueve horas. Y así comenzó una estupenda temporada de orcas que sigue durando hasta el día de hoy.
El 10 de julio incluso vimos al mayor de los machos, Camacho, junto a la vieja abuelita Matriarca. También la cría de orca más joven, Baby Wilson, que había nacido en octubre del año pasado, estaba en el grupo.
El 20 de julio:
Dos avistamientos de orcas ese día nos quedaron grabados de forma inolvidable: el primero fue en medio de los barcos de pesca marroquíes, donde las orcas roban los atunes de los anzuelos de los pescadores. Eso supone siempre una lucha agotadora para ellos en sus pequeñas barcas.
Más tarde teníamos planeada otra salida de tres horas de 18:00h a 21:00h, y nos preguntábamos si las orcas seguirían a seguir ahí a esa hora tan tardía.
Y efectivamente, nuestro excelente explorador Eduardo las encontró tras una pequeña búsqueda en medio del Atlántico, lejos del estrés de la pesca y completamente relajadas: diez orcas, entre ellas Camorro, el macho joven, además de otros dos jóvenes que mostraron curiosidad y se pusieron a dar vueltas a nuestro barco. ¿Qué mas se podría pedir?
El 29 de julio no tuvimos tanta suerte con las orcas: a pesar de la cantidad de barcos de pesca las orcas no estaban en la zona. Cuando eso ocurre, nosotros nos dirigimos a otra zona donde poder encontrar a los otros delfines, como los calderones. Y de repente apareció un visitante poco habitual para el mes de julio: ¡Un cachalote! ¡Qué buen sustituto para la falta de orcas de ese día!
Otra experiencia sensacional ocurrió el 1 de agosto: después de varios avistamientos interesantes de orcas, nos acercábamos, ya casi al final de la excursión a un grupo de pescadores. Las orcas nos fascinaban por el lado derecho del barco, cuando de repente, a tan solo 50 metros de nosotros, emergió un rorcuál nadando lentamente a nuestra izquierda. ¡Eso no me había pasado nunca en todos estos años! ¡Tener a un rorcuál tan cerca del barco y al mismo tiempo a seis orcas! ¡Y nosotros justo enmedio!
Puedo ver en nuestras hojas de investigación, que el 8 de agosto también tuvimos una salida extraordinaria: había mucho oleaje y Levante con fuerza 3, que no son precisamente las mejores condiciones. Había muchos pescadores encima de la montaña subacuática, ellos llaman este sitio “Las Bajas”. Avistamos a varios grupos de orcas, repartidos por toda la zona. Los atunes estaban picando, todos los pescadores tenían uno o dos atunes en el barco o estaban sacando alguno del agua. Eso muchas veces es un gran espectáculo. En estos casos, habitualmente son las orcas quienes ganan y los pescadores tienen que conformarse con las cabezas o incluso sin nada. Aquel día estaban Morales, el tercer macho, Camorro y la Matriarca en el grupo que les estaba haciendon pasar un mal rato a los pescadores delante de nuestros ojos.
Después de un verano extraordinario hasta la fecha, estamos ansiosos por ver qué avistamientos nos esperan en las últimas semanas de agosto y en septiembre.