La primera salida

Texto: Edeltraud Konradt; fotos: firmm

Es el 18 de marzo 2016, un día soleado con temperaturas que rozan los 18°C. firmm comienza hoy la temporada, hace algo de viento (como siempre). Hay muchos turistas en la ciudad y han encontrado el camino hasta nosotros. Son condiciones perfectas para comenzar. Durante la charla informativa ya tengo ese leve cosquilleo en el estómago... es la alegría previa de volver a ver a los animales; ¿veremos a algunos? Es que firmm comienza dos semanas antes que en los años anteriores.

A bordo tenemos a un grupo de ornitólogos. Resulta interesante ver como pasan sin cesar de un lado del barco al otro, siempre con la cámara delante de los ojos, para inmortalizar con su lente todo lo que se mueve encima del agua y en el cielo. Porque en esta época del año migran muchas especies de aves desde África de vuelta a Europa, prácticamente por encima de nuestras cabezas. Noto que es su pasión. Confieso que para mí no tiene tanta importancia; me quedo mirando la superficie del agua y busco desde mi posición en el barco con el cuello estirado las aletas, lo que es mí pasión.

Y de repente están allí - los delfines mulares – también la hembra apadrinada “Loly” está entre ellos – están saltando y se acercan al barco.

  

Hacen “paros de mano” en el agua y mueven la aleta caudal, como si estuvieron saludándonos para darnos la bienvenida.

    

Para todos es una alegría, también los ornitólogos hacen fotos de los delfines. Una familia de calderones se une al grupo; como siempre flotan pacíficos en la superficie, irradiando una inmensa tranquilidad. Escuchamos su respiración.

  

Incluso podemos saludar a animales que conocemos: se trata de Pedro, Edu y la hembra Baby Hook. Han venido con sus familias. Katharina les había saludado por el micrófono.

Hola, estamos aquí de nuevo...y efectivamente, sus palabras parecen atraerlos hacía nosotros, porque conocen su voz desde hace años. El reencuentro es una gran alegría para ambas partes, miramos y miramos, las cámaras disparan, todos quieren capturar este momento mágico. Pero desgraciadamente se nos ha acabado el tiempo con los animales, como siempre demasiado rápido y tenemos que volver a Tarifa. Los ornitólogos vuelven a prestar toda su atención al cielo en busca de nuevos motivos para sus cámaras.

Una exitosa PRIMERA salida.