Gloria rosada de flamencos en el cielo y un pequeño desliz del habla con final feliz

Texto: Jessica Baum, fotos: firmm

En el barco de las 12 del mediodía del 21 de Agosto, fuimos afortunados al observar a unos extraordinarios visitantes en el Estrecho de Gibraltar. Poco después de salir del puerto de Tarifa, los pasajeros y yo pudimos oir la voz de Katharina Heyer por el micrófono, diciéndonos que podíamos ver ¡Flamencos en el cielo! Una visión realmente única y especialmente rara, porque desgraciadamente estos animales ya no se ven muy a menudo por el extremo sur de Europa continental.

  

Pero ésta no iba a ser la única sorpresa para nuestros pasajeros.  Poco después de nuestro encuentro con los Flamencos, encontramos Calderones. Los Calderones normalmente están bastante tranquilos por la mañana, porque cazan calamares por la noche. Por lo tanto tienden a nadar tranquilamente en la superficie, intentando dormir. Pero esta vez fue diferente, estaban muy juguetones y nadaron voluntariamente hacia nuestro barco “Spirit”. También pudimos observar algunos individuos jóvenes en el grupo. Los animales se pusieron de espaldas para mostrarnos sus barrigas con ese dibujo blanco y hermoso que claramente destaca del resto de su cuerpo predominantemente negro. Algunos Calderones incluso hacían “spy hopping”: los animales sacan la cabeza casi verticalmente fuera del agua para observar mejor lo que acontece a su alrededor!

   

Encontramos a otro grupo que también vino hacia nuestro barco. Katharina anunció por el micrófono: “Ahí vienen las Orcas!”. Naturalmente todos los pasajeros, yo incluida, corrimos inmediatamente a la proa del barco, porque las Orcas son una gran sensación, especialmente en una salida de dos horas. Normalmente vemos Orcas –con suerte- sólo en las salidas de tres horas, ya que necesitamos salir más lejos hacia el Océano Atlántico para encontrarlas, donde están en la zona de los pescadores.

Por un momento pensé: “Humm... Qué raro! Ésos son aún los Calderones...” Pero Katharina ya se había dado cuenta de su pequeño desliz e informó a los pasajeros que se había equivocado.

Y dicho lo dicho, ciertamente sería el final perfecto de este viaje realmente encontrarnos con las Orcas. Para encontrarlas, necesitaríamos navegar más hacia el sur.

De hecho no deberíamos dirigirnos a esa zona, porque son aguas marroquíes. Pero Katharina pidió permiso a Tanger Tráfico por radio para excepcionalmente navegar por un rato en esa área. Nos lo permitieron y el esfuerzo valió la pena. Sólo un poco más adelante las Orcas nos esperaban. Todos los pasajeros se quedaron desbordados de alegría, ya que definitivamente es algo muy especial observar a estos gráciles animales en su medio.

  

Después de acompañar a las Orcas por un rato, lamentablemente tuvimos que partir sobre las 13:30 para volver a Tarifa, ya que en la búsqueda de las Orcas nos habíamos alejado bastante de nuestro puerto de partida. Realmente un gran viaje, que seguro será por todos recordado!