firmm en el “Festival de las Migraciones” de Huerta Grande

Texto: Carina Doll, fotos: firmm

Huerta Grande es un oasis de naturaleza escondido entre Algeciras y Tarifa. Se entra por una calle angosta que sepentea por el bosque, partiendo de la carretera nacional N340. Todo es verde, las hierbas desprenden su aroma, los pájaros cantan: la primavera definitivamente llegó a Tarifa.

Huerta Grande es un centro de información de la Junta de Andalucía, provisto de una sala de conferencias y cuyas instalaciones son cuidadas con amor al detalle. Entre los árboles se distinguen algunos bungaloes, la parte central está ocupada por la recepción con terraza y si se sigue el transcurso del arroyo, se llega a otra plaza, contigua a la sala de conferencias. En esta plaza se instalaron las mesas de diferentes organizaciones naturalistas en el marco del “Festival de las Migraciones”, la mayoría de ornitólogía, pero también otras como firmm.

  

Nuestra mesa estaba provista de volantes informativos, delfinitos de madera, tarjetas postales y DVDs, para dar a conocer nuestra fundación y los cetáceos del Estrecho de Gibraltar a los visitantes del festival. La mayor parte del público desde luego se interesó más por las aves, pero pudimos despertar también el interés por las ballenas y los delfines. Unos cuantos de ellos nos visitaron el viernes en Tarifa, para hacerse a la mar con nosotros en el primer viaje de la temporada 2014. Los expectantes pasajeros no tuvieron que esperar mucho hasta que aparecieran los primeros Delfines Mulares y Calderones Comunes. En total fueron de 80 a 100 delfines y unos 5 calderones los que vimos en esa salida. ¡Un lindo comienzo de temporada!

De vuelta en el festival, Andreas Meißner presentó el proyecto Ökowerk de Berlín y trazó paralelas con Huerta Grande, resaltando el potencial que radica en ese centro de información y sus alrededores.
El sábado fue invitado nuestro biólogo Jörn a dar una charla. Habló de las ballenas y los delfines que avista firmm, añadiendo anécdotas sobre avistamiento de aves y sus eventuales interacciones con los cetáceos.

  

Al comienzo del festival no se presentaron tantos visitantes como se esperaba, debido probablemente al mal tiempo que no quiso acompañar. Pero uno cuantos resistieron al fuerte viento y a la lluvia. Durante el fin de semana fue mejorando el tiempo y con ello aumentó el número de participantes del festival. Para clausurar el festival hubo música en vivo y se sirvieron platos de un menú en base a arroz. Había llegado la hora de intercambiar ideas y de disfrutar el ambiente de relax, también para los organizadores del “Festival de las Migraciones”.